31.8.09

dice la santera

Viajé con mi mamá y con mi tía a Cuba hace varios años. Comimos tostones y langosta, caminamos largamente por el malecón, nos tomamos fotos frente a la catedral y sufrimos con los mosquitos en el cañonazo de las 9. Fue de esos viajes que marcan definitivamente la vida, en los que se construyen recuerdos -genuinos e inventados- que se calcifican en la memoria irremediablemente.

Paseábamos por el casco viejo de La Habana cuando se nos acercó una mujer vieja, negra, delgada, de gesto inquietante. Primero pensamos que quería pedirnos dinero o ropa, como ocurre a menudo en Cuba. Pero no: se quedó observándonos detenidamente. El silenció duró algunos minutos, luego habló:

Tú eres hija de Yemayá, por eso eres indomable y astuta, le dijo a mi madre. En cambio tú, dijo volteando hacia mi tía, estás más cerca de Eleguá, a quien se le ofrenda pescado. Tienes el don de la adivinación. Y sí: mi tía conoce el orden en que moriremos todos los de la familia. Nos ve en sueños, subiendo una escalera oscura y angosta. Conoció este orden desde muy niña, con la muerte de su abuela Ángela. Tardó poco en comprender que no debía revelarlo.

A mí me examinó al final, como si mi adolescencia de entonces le impidiera verme con claridad, adolescencia/velo/espejo.
Tú tienes algo que no me deja verte. Eres mercurio que escurre de un puño cerrado, juegas a esconderte detrás cualquier cosa. No tengo nada para ti, porque no sé de dónde vienes. Sólo te digo: nunca dejes que nadie vea ni toque tu ropa interior. Jamás vistas de negro.

Sus palabras me intrigan desde esa tarde. Comimos con ella y le ofrecimos mandarle algo cuando regresáramos a México. Pidió dos cosas, paliacates de colores y crema de cacahuate. Regresé a Cuba hace 4 años sólo para descubrir que había muerto. A la fecha no puedo descifrar su consejo, pero no me atrevería a desatenderlo.

25.8.09

pitaya

había vivido engañada con este asunto de la pitaya, pero ahora tengo la verdad: la pitaya no es una tuna roja, pitaya es el nombre que se la da las frutas obtenidas de ciertas especies de cactáceas. el color y sabor (la roja es muuucho más rica) está determinada por la especie de la cual proviene.

éstas son las variedades de la pitaya, mejor conocida como fruta lái.

se pueden hacer figuras muy vaciadas con ella... * la variedad que es totalmente blanca no sabe a nada, pero la roja es buena y me recuerda una fiesta muy extraña, en la que vi a un "amigo" que ahora me hace la ley del hielo (y, francamente, qué hueva), en un depto bien lindo al que, quizá, nunca regrese.

24.8.09

diario sin fechas de iz, xxiii

qué felices fuimos esta mañana de mayo. despertamos temprano, subimos a un globo, fuimos románticospájarosturistas duante 45 minutos. desayunamos pan dulce en una fonda perdida y regresamos a nadar en una alberca solitaria y helada. ojalá que dios -el que sea- nos mande más días así.

20.8.09

dice el yogui o de cómo elaborar un mapa interior

un médico me ha dicho que tengo el corazón de gota
-alargado como una gota-
y yo lo creo porque me siento como una gruta
en que perpetuamente cae, se regenera y cae perpetuamente.
-sabines

el yogui recomienda que me observe por dentro. me enseña mantras, posturas, ritmos de respiración que me ayudarán a ser libre de mis pensamientos y a enfocarme en el presente. asegura que, de lograrlo, descubriré el origen del dolor de cabeza que tengo hace días, de las ganas de llorar repentinas, de mi manera de convertirme en mi propia enemiga.

yo asiento, copio las posturas, respiro a su ritmo. lo que no revelo -no sé cómo- es que me visité por primera vez el día que llegué corriendo a la mecedora de mi abuelo y no lo encontré esperándome. toto se fue al cielo, me explicaron, y yo quise irme con él. un momento después lo comprendí: cuando uno va al cielo no regresa nunca. mejor me quedo, mamá, ya lo alcanzo luego. veinte años después lo alcanzó ella y las ganas de seguirlos se multiplicaron.

sé que, si entras por la cicatriz que tengo en la muñeca derecha, basta avanzar algunos centímetros para encontrar una pequeña puerta de madera. tras ella una montaña nublada con una casa en la cima. la casa está iluminada y no tiene puertas, sólo ventanas. sus paredes están descuidadas y rotas. junto a la casa hay una banca roja, detrás de ella un árbol de cuya rama más alta cuelga un columpio frágil.

creo que la casa me gusta. al menos me pertenece, en un mundo el en que cualquier otro tipo de posesión es ilusoria (eso también me lo dijo el yogui). no puedo decir mucho más: nunca me he atrevido a asomarme a ella.

13.8.09

la última y nos vamos

james reynolds tomó fotos de la última cena de algunos prisioneros
condenados a pena de muerte.
yo saqué el link de
aquí, pero el original está acá.


si tuviera que escoger una última cena, pediría:

- vino tinto.
- un plato de frutas con mango, tuna, higos y naranja (de esas mezclas que las tías dicen que te voltean el estómago y te matan al instante).
- un plato de alcachofas a la romana.
- un chile relleno (sin capear, por favor) de queso oaxaca con frijoles. tostadas horneadas a un lado.
- una pizza napolitana de cuatro quesos.
- de postre, un strudel de manzana y un helado destos.

seguramente, si lo pienso mañana, escogería otras cosas. quizá algo con hongo portobello o unos langostinos del danubio.

11.8.09

Meet Rodrigo

Rodrigo tiene más de 20 perros: chicos, medianos, grandes, peludos, sucios, elegantes y gruñones. Cuando era chica más chica lo veía caminar por las calles de San Ángel, siempre con 5 ó 6 de ellos a su alrededor. Recuerdo que me daban unas ganas tremendas de abandonar mi camino y unirme al suyo, que imaginaba menos complicado, lleno de ladridos y babas perrunas.
Un día me le acerqué, teta como siempre soy cuando recién conozco a alguien. Le dije que quería entrenar a Juliaroberts (cuya inteligencia después la convirtió en inentrenable). Esa conversación marcó el principio.
Compartimos más de lo que supuse aquella tarde. Su amistad me ha abierto la mente (lo cual es, para mí, esencial para poder llamarla así). Él me llama pavo desde esa vez que me pinté las puntas del cabello de azul. Yo le regalo libros. Él siempre tiene mala ortografía, yo, de vez en cuando, mal carácter. Ambos nos hemos enfrentado con la muerte, que nos ha dejado barridas las entrañas y nublado el entendimiento.
Hay algo mercurial en su alma que envidio y que sé que nunca podré tener. Su paso indomable me llama y me aleja como el olejae de un mar de aguas oscuras y tentadoras. Hay algo mío en su corazón canino, algo que me anima a seguirle los pasos, el camino en el que siempre deja marcadas cuatro huellas.

5.8.09

diario sin fechas de iz, xxii

ilustración de Robert G Bartholot

i
hace un par de meses me habló alejandro. soñé contigo y con tu mamá, me dijo. en su sueño estábamos todos comiendo en la casa de coyoacán, con una sombra que me seguía los pasos. es su hermana gemela, le explicaba mi madre a alejandro, la que murió en el parto. lástima, porque estaba destinada a la felicidad. siempre está detrás de ella, la cuida. pero isabel no lo sabe: te pido que no lo menciones. después íbamos, en moto, a una tienda de algo desconocido. yo entraba a la tienda y él se quedaba afuera con mi mamá. le preguntaba cómo se sentía. de maravilla, contestaba ella, he aprendido a perdonar y pronto reencarnaré en una pequeña hija que tendrá isabel.

ii
monólogo de segismundo
¿qué es la vida? un frenesí.

¿qué es la vida? una ficción,
una sombra, una ilusión,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son.

iii
me escribió mariana: el otro día soñé contigo.... estábamos gaby lozano, tú, y yo.. junto a otros muchos desconocidos, sentados en una especie de oxxo.. y las sillas de plástico, veían hacia los refrigeradores... era tu cumpleaños y todos podíamos pasar a escoger dos cosas del refri, para regalarte... el dueño muy amablemente las financiaba... cuando saqué un té verde con limón y jengibre para darte se vino pegado a él, un globo rojo, y después uno amarillo, los dos veían sujetos con un hilo largo del mismo color del globo.... en ambos venían dos papeles.... uno, decía: isabel te quiero, sé feliz y en el otro decía: atte. tu madre.... me desperté con una sensación por supuesto extraña y te pensé mucho ese día... volví a soñar exactamente lo mismo.... gaby te daba otro regalo... también con globos... y decía lo mismo...

iv
recent research by psychologist joe griffin, following a twelve year review of data from all major sleep laboratories, led to the formulation of the expectation fulfilment theory of dreaming, which suggests that dreaming metaphorically completes patterns of emotional expectation in the autonomic nervous system and lowers stress levels in mammals.

v
yo sólo he soñado con ella una vez: soñe que estaba acostada en mi cama y la veía pasar por el pasillo que va de la sala al baño. se detenía un breve, brevísimo instante y se quedaba mirándome. no sé si tuve miedo, no sé si significa algo, no sé si ella existe en algún lugar / de alguna forma. lo que sí sé es que no soporto que se aparezca en sueños ajenos y no visite los míos.

así las cosas




sólo pertenezco al grupo minoritario en el caso del chile relleno. y ahora que viene la época de los chiles en nogada, la polémica se desata por una nueva complicación: ¿fríos o calientes?

comensales

gepda

gepda
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